martes, 2 de agosto de 2011

TORTURA AZOTADO CON LATIGOS ROMANOS

Habiendo pasado por manos judías, ahora era el turno de los romanos. Se sabe que los golpes infringidos por los soldados romanos, eran muy sangrientos, dejando heridas por todo el cuerpo. Los romanos diseñaban sus látigos para cortar la carne de los cuerpos de sus víctimas. Estos golpes fueron concebidos para ser dolorosos hasta el extremo. También causaría una concentración de líquido alrededor de sus pulmones. Además, una corona de espinas fue impuesta sobre su cuero cabelludo la cual era capaz de irritar gravemente los nervios más importantes de su cabeza, causando un dolor cada vez más intenso y muy agudo, a medida que las horas pasaban.

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