martes, 16 de agosto de 2011



El sufrimiento de Jesús

La crucifixión de los dos ladrones fue dura, eficaz, cargada de luchas y de insultos. Cuando llegan a Jesús, los soldados ven con sorpresa que no se defiende. Intentan sujetarle, pero no ofrece resistencia. Se tiende en el madero y extiende sus brazos. Es el Sacerdote eterno que abre sus brazos para abarcar a todos los hombres de todos los tiempos que necesitan misericordia para no incurrir en el castigo. Desde el cielo el Padre eterno observa el amor del justo y une su dolor al dolor del Verbo, al dolor del Hijo. El Espíritu Santo actúa en la voluntad humana de Jesús impulsándole al sacrificio. El tiempo se detiene en el acto más sagrado de la historia de los hombres, aunque esté envuelto por tanta ignominia. Se está mostrando un amor divino y humano que son superiores a todos los dolores imaginables que los hombres puedan nunca seguir. Cuando el primer clavo atraviesa la mano derecha en el lugar preparado en el madero todo el cuerpo se retuerce, y Jesús contiene con dificultad un lamento que sale de su cuerpo atormentado. Después estiran la mano izquierda para que coincida en el agujero del otro lado, y se repite el fuerte martilleo que taladra el cuerpo y el alma de Jesús. Cruzan los pies apoyándose en las rodillas y los atraviesan de un golpe certero. Todo el cuerpo se arquea como la cuerda de un violín. Golpean más, y fijan bien los pies a la cruz. Por fin, lo levantan con gran esfuerzo y el cuerpo queda sujeto por aquellos tres clavos; toda la respiración se hace difícil y asfixiante. La sangre mana de las tres heridas hasta el suelo. Cada respiración, cada palabra, intensifica el dolor. Los músculos se contraen. La mente se nubla por la falta de aire. El calor del mediodía se ceba en los crucificados y las moscas acuden a la sangre sin que nadie pueda apartarlas. Así van a transcurrir aquellas tres interminables horas en las que se consuma el sacrificio perfecto realizado por amor y obediencia. 

jueves, 11 de agosto de 2011















































































































































Juicio

Tras su detención, Jesús fue llevado al palacio del sumo sacerdote Caifás (según el Evangelio de Juan, fue llevado primero a casa de Anás, suegro de Caifás). Allí fue juzgado ante elSanedrín. Se presentaron falsos testigos, pero como sus testimonios no coincidían no fueron aceptados. Finalmente, Caifás preguntó directamente a Jesús si era el Mesías, y Jesús dijo: "Tú lo has dicho". El sumo sacerdote se rasgó las vestiduras ante lo que consideraba una blasfemia. Los miembros del Sanedrín escarnecieron cruelmente a Jesús. En el Evangelio de Juan, Jesús fue llevado primero ante Anás y luego ante Caifás. Solo se detalla el interrogatorio ante Anás, bastante diferente del que aparece en los sinópticos.  Pedro, que había seguido a Jesús en secreto tras su detención, se encontraba oculto entre los sirvientes del sumo sacerdote. Reconocido como discípulo de Jesús por los sirvientes, le negó tres veces (dos según el Evangelio de Juan), como Jesús le había profetizado.
A la mañana siguiente, Jesús fue llevado ante Poncio Pilato, el procurador romano. Tras interrogarle, Pilato no le halló culpable, y pidió a la muchedumbre que eligiera entre liberar a Jesús o a un conocido bandido, llamado Barrabás. La multitud, persuadida por los príncipes de los sacerdotes, pidió que se liberase a Barrabás, y que Jesús fuese crucificado. Pilato se lavó simbólicamente las manos para expresar su inocencia de la muerte de Jesús.

Crucifixión

Dieron de beber a Jesús vino con hiel. Él probó pero no quiso tomarlo. Tras crucificarlo, los soldados se repartieron sus vestiduras. En la cruz, sobre su cabeza, pusieron un cartel en arameo, griego y latín con el motivo de su condena: "Este es Jesús, el Rey de los Judíos", que a menudo en pinturas se abrevia INRI ("Iesus Nazarenus Rex Iudaeorum", literalmente "Jesús de Nazaret, Rey de los Judíos"). Fue crucificado entre dos ladrones.Jesús fue azotado, lo vistieron con un manto rojo, le pusieron en la cabeza una corona de espinas y una caña en su mano derecha. Los soldados romanos se burlaban de él diciendo: "Salud, rey de los Judíos". Fue obligado a cargar la cruz en la que iba a ser crucificado hasta un lugar llamado Gólgota, que significa, en arameo"lugar del cráneo". Le ayudó a llevar la cruz un hombre llamado Simón de Cirene.

Sepultura
Hacia las tres de la tarde, Jesús exclamó: "Elí, Elí, lemá sabactani", que en arameo significa: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?", según los evangelios de Mateo y Marcos. Las palabras finales de Jesús difieren en los otros dos evangelios. También hay diferencia entre los evangelios en cuanto a qué discípulos de Jesús estuvieron presentes en su crucifixión: en Mateo y Marcos, son varias de las mujeres seguidoras de Jesús; en el Evangelio de Juan se menciona también a la madre de Jesús y al "discípulo a quien amaba" (según la tradición cristiana, se trataría del apóstol Juan, aunque en el texto del evangelio no se menciona su nombre).
Un seguidor de Jesús, llamado José de Arimatea, solicitó a Pilato el cuerpo de Jesús la misma tarde del viernes en que había muerto, y lo depositó, envuelto en una sábana, en un sepulcro excavado en la roca. Cubrió el sepulcro con una gran piedra. Según el Evangelio de Mateo (no se menciona en los otros evangelios), al día siguiente, los "príncipes de los sacerdotes y los fariseos" pidieron a Pilato que colocase frente al sepulcro una guardia armada, para evitar que los seguidores de Jesús robasen su cuerpo y difundieran el rumor de que había resucitado. Pilato accedió.




















martes, 9 de agosto de 2011

Arresto


Tras la cena, según los sinópticos, Jesús y sus discípulos fueron a orar al huerto de Getsemaní. Los apóstoles, en lugar de orar, se quedaron dormidos, y Jesús sufrió un momento de fuerte angustia con respecto a su destino, aunque decidió acatar la voluntad de Dios.40 41
Judas había efectivamente traicionado a Jesús, para entregarlo a los príncipes de los sacerdotes y los ancianos de Jerusalén a cambio de treinta piezas de plata.42 Acompañado de un grupo armado de espadas y garrotes, enviado por los príncipes de los sacerdotes y los ancianos, llegó a Getsemaní y reveló la identidad de Jesús besándole la mejilla. Jesús fue arrestado. Por parte de sus seguidores hubo un conato de resistencia, pero finalmente todos se dispersaron y huyeron.

AL TERCER DIA

En Mateo 16:21; Mateo 17:22,23; Marcos 10:33,34; y Lucas 24:6,7, leemos que se indica que Jesús resucitaría "al tercer día." Algunos han supuesto que existe una contradicción entre la expresión "al tercer día" y "tres días y tres noches." Pero no hay tal contradicción, pués, ambas expresiones se usan en las Sagradas Escrituras.

LA SEÑAL PROFETICA DE JESUS RESPECTO A SU MUERTE

Cuando los fariseos se acercaron a Jesús deseando ver de él una señal que le acreditara como el Cristo ó Mesías (mateo 12:38), "El respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches." Mateo 12:39,40.

donde murió Jesús

Jesus murio cucificado en el monte golgota, y que resucito al 3º dia, 

jueves, 4 de agosto de 2011


JESUCRISTO DIO SU VIDA POR NOSOTROS

Veamos lo que Lucas 24:46 menciona acerca de los sufrimientos y padecimientos de
Cristo: “y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y
resucitase de los muertos al tercer día”
Ya estaba escrito, esto implicaba que ya el sacrificio y los padecimientos eran algo que
estaba inmerso dentro del plan perfecto de Dios; esto es la historia y era parte del
propósito de la muerte de Cristo, otro enunciado importante es que todos los profetas,
como mencionamos en la introducción, anunciaban la venida del Señor
Analizando y contestando a la pregunta: ¿Quién mató a Jesucristo? La respuesta la
encontramos en Juan 10:17-18 que dice: “Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi
vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mi mismo la pongo.
Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento
recibí de mi Padre”
A mi nadie me quita la vida dice el Señor, a el nadie le quitó la vida, esto implica que
nadie lo mató sino que el puso su vida por nosotros.
Veamos entonces algunos aspectos de ¿Porqué murió Cristo?

¿por que murio jesus?

Todo hijo de Dios, escogido por Dios desde antes de la fundación del mundo (Efesios
1:4) solo debe alabar y promover a Jesucristo, únicamente a él, porque:
• Solo él tiene palabras de vida eterna
• Solamente él no falla
• Sus promesas son Si, Si, y en el amén
En la actualidad vemos que la inmensa mayoría de cristianos recuerdan en ciertas
épocas la pasión y muerte de Cristo, pero se hace con un espíritu o actitud equivocada
fundamentalmente se da un espíritu de tristeza, de sufrimiento o de melancolía. No
entendiendo el verdadero propósito de Dios al vestirse de piel y carne (Hebreos 2:14) y
venir a la tierra en forma de hombre; que fue para morir por nosotros y eso tiene un
significado muy grande, lamentablemente solo se conmemora sus padecimientos y
sufrimientos, y eso no debe ser lo primordial, hay que entender que esos eran parte del
plan original de Dios.
Si Cristo no hubiese muerto y resucitado ¿Qué seria de nosotros? Pero seguimos con la
incertidumbre ¿porque él murió y resucito? debemos comprender que: Cristo pago el
precio por nosotros, por esa razón, ahora estamos Bendecidos Efesios 1:3, estamos
Completos Colosenses 2:10.
Cristo pago lo que nosotros tendríamos que haber pagado “el nos reconcilio consigo
mismo” dice 2 Corintios 5:19, “el vino a buscar y salvar lo que se había perdido” Lucas
19:10, entonces ¿quien mato a Cristo? Algo que es imperativo establecer es que los
profetas anunciaron que Cristo vendría a salvar a su pueblo. Veamos y contestemos
estas preguntas en este estudio.

Dios mandó a su hijo Jesucristo a morir por nuestros pecados.

Jesús es el Hijo de Dios. Vivió una vida sin pecados y murió en la cruz para pagar por nuestros pecados. “Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.”
Jesús resucitó de entre los muertos y ahora está en el cielo con Dios Padre. Jesús nos ofrece el regalo de la vida eterna - de vivir por la eternidad con El en el cielo si lo aceptamos como Señor y Salvador.
Jesús dijo "Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí."
Dios se nos acerca con amor y quiere que seamos sus hijos. “Mas a todos los que lo recibieron, a quienes creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.”Usted puede pedirle a Jesús que le perdone sus pecados y que entre en su vida como Señor y Salvador.

Una Muerte Súbita

La muerte de Jesús fue predicha más de mil años antes que sucediera.  El profeta  Isaías dijo de Jesús: “Mas él fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados. Por darnos la paz, cayó sobre él el castigo, y por sus llagas fuimos nosotros curados.” Jesús pagaría el precio de nuestros pecados para que pudiéramos ser perdonados y tener vida eterna. Como había sido predicho, Jesús murió de manera brutal por sostener que El era el Hijo de Dios. Mientras colgaba de la cruz de madera con clavos en sus manos y pies, El oraba “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.” Jesús tenía el poder de bajar de la cruz, pero decidió sacrificar su vida para salvarnos.

martes, 2 de agosto de 2011

CRUCIFIXIÓN

Al ser colgado completamente desnudo ante la multitud, el dolor y el daño causado por la crucifixión fue concebido para ser tan sumamente intenso que uno anhelaría constantemente la muerte, pero podría perdurar días sin ningún desahogo.
Cerca del fin, un criminal junto a Él se burló, " Si tu eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros.
Jesús permaneció en su agonía y vergüenza, no porque era impotente, sino por su increíble amor por la humanidad. Él sufrió para crear el camino a la salvación necesario para usted y para mi.

TORTURA AZOTADO CON LATIGOS ROMANOS

Habiendo pasado por manos judías, ahora era el turno de los romanos. Se sabe que los golpes infringidos por los soldados romanos, eran muy sangrientos, dejando heridas por todo el cuerpo. Los romanos diseñaban sus látigos para cortar la carne de los cuerpos de sus víctimas. Estos golpes fueron concebidos para ser dolorosos hasta el extremo. También causaría una concentración de líquido alrededor de sus pulmones. Además, una corona de espinas fue impuesta sobre su cuero cabelludo la cual era capaz de irritar gravemente los nervios más importantes de su cabeza, causando un dolor cada vez más intenso y muy agudo, a medida que las horas pasaban.
estudiante: 
carol vanessa visbal pimienta
curso:
802
profesor:
alexander wilches
fecha:
2/08/2011
tema:  
la muerte de jesus